3 bases de un buen entrenamiento

Tanto si llevas tiempo entrenando a personas como si acabas de comenzar, puede que se te escapen ciertos detalles, y muchas veces, esos detalles son los que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Queremos destacar varios puntos clave a tener en cuenta a la hora de entrenar y planificar entrenamientos para poder sacar el máximo rendimiento de nuestros jugadores y/o alumnos.

Entremos pues en materia y veamos qué es lo que realmente puede marcar esta diferencia y a qué hemos de prestar atención al realizar los entrenamientos.

Primero que nada debemos comprender que existen una serie de principios del entrenamiento que favorecen la metodología, planificación, organización y control de este. Hay que comprender las fases que hemos de realizar para llegar al objetivo marcado con cada persona, ya que saltarnos estas nos puede perjudicar. Recuerda, -”A camino largo, paso corto”.

Entonces, ¿por dónde empezamos?

No podemos hacer un guiso sin un buen cuchillo, si nuestro cuchillo (cuerpo) no está en buenas condiciones en vez de un guiso haremos un destrozo.

Primero que nada, debemos preparar el cuerpo, llevarlo a tono, fuerza y resistencia, dándonos como resultado tener una base sólida para poder comenzar a perfilar la condición del alumno y/o jugador hacia donde queremos, especificando los ejercicios y priorizando las zonas que se deseen desarrollar más.

Primero: Comprende y prepara el cuerpo físico

Para obtener una buena base recomendamos tener en cuenta gráficos del estilo:

Representan el síndrome de adaptación, el cual fue investigado por Hans Selye.

En resumidas cuentas, concluyó que el entrenamiento es una especie de shock para el cuerpo el cual lo altera, el cuerpo se sobre estimula a forma de sobre compensación, si nos aprovechamos de este estado podemos ir aumentando la resistencia, velocidad, fuerza, elasticidad, etc., todo esto dependerá del objetivo marcado.

Segundo: Personaliza

Todos somos diferentes, esto es un hecho irrefutable, por lo que, hay que tener sumo cuidado y conocer a la persona y sus objetivos antes de realizar cualquier tipo de rutina. No podemos aplicar las mismas reglas para jugadores diferentes. Lo correcto será diseñar una rutina específica y PERSONALIZADA para cada una de las personas a las que estamos entrenando.

Tercero: Motiva y continúa

A veces es difícil encontrar y mantener la motivación para que el entreno sea constante, lo comprendemos. Si por X razón notamos desmotivación en nuestro jugador y no logramos que se mantenga constante, es importante permitir que dejen de entrenar, y a medida que retoma el ejercicio motivarlo para que no vuelva a suceder esto, y continuar desde el punto en el que se encuentra actualmente, es decir, volver a comenzar el proceso de adaptación del que hablamos antes.

En cuanto a la condición física, los expertos comentan que entre los 15 y 21 días primeros después de dejar los entrenamientos es cuando se pierde la mayor parte de la condición física, pero recuerda el primer punto, es importante aprovechar el periodo de sobre compensación.

Siguiendo estos tres consejos estamos seguros de que notarás un cambio en el rendimiento de tus jugadores, ya lo han podido comprobar muchos de nuestros alumnos, los cuales han logrado sus metas y mucho más gracias al Máster en preparación física y prevención de lesiones en el cual descubrirás más sobre cómo funciona el cuerpo humano y podrás sacarle el máximo provecho a la planificación de tus entrenamientos.

Nunca lo olvides, cada persona es un mundo y cada cuerpo requiere un plan profesional a medida según sus necesidades.

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